La pata negra de Carabanchel
- Mr Hop
- Dec 4, 2018
- 2 min read

Hará cosa de un año que vi en la sección de cervezas de mi bar de siempre algo que me llamó la atención. Entre Affligem, Voll Damm, Mahou Negra y Paulaner había aparecido una tal “Patanel Golden Ale”.
Rápidamente me surgieron tres preguntas: ¿Eso es cerveza artesana? ¿En este bar? ¿Me pone una Patanel fresquita, por favor? Sí, era cerveza artesana. Si, en mi bar y en muchos del barrio. Si, estaba bien fresquita.
Una cerveza muy equilibrada, clarita, con poca espuma… y de Carabanchel.
Pero ésta no es la sección de cervezas, así que vamos al grano. El pasado 22 de noviembre, lo que era una cerveza se convirtió en un bar, La Fábrica de Patanel, y por supuesto había que ir. De primeras te encuentras con un ventanal enorme, a través de la cuál puedes ver todo el interior. Por si te quedas dudando fuera de si pasar o no, el local cuenta con una puerta automática que se abre para que te dejes de tonterías. Cuenta con una pizarra bastante grande donde puedes ver las 5 cervezas que tiran, zona de procedencia, IBUs, alcohol y precios. Esa noche tenían su Golden Ale, dos de La Cibeles y dos de CCVK de distintos estilos: imperial IPA, roja, Pale Ale, trigo... A nivel de calle es un local que invita a entrar y aunque aun no está señalizado, ¡admiten perretes!
El local cuenta con un mural enorme en una de las paredes con el nombre de su marca, muchas mesas, algunas altas, y una barra donde también te puedes sentar. Como bien indica su nombre, el local está caracterizado como una fábrica. Muy bien conseguido, pero queda todo un poco frío. Echo en falta algún elemento que le dé un carácter propio al local, que grite que son la pata negra de Carabanchel.

Para pasar la noche, pedimos su Golden Ale y la Red Ale de CCVK, y para acompañar estas delicias pedimos la cazuela de patatas con cecina, gorgonzola y patatas al horno, y una pizza de pollo desmechado, pesto, cebolla y tomatitos cherry. El camarero nos asesoró perfectamente (porque la idea era probar hamburguesa y pizza, pero nos advirtió de que iba a ser mucho) y bendito sea. Estaba todo riquísimo: las patatas en su punto, no se cortaron ni con el queso de la cazuela ni con el pesto de la pizza.
La carta consta de 5 o 6 entrantes, 3 hamburguesas y varias pizzas y postres. No es una carta muy extensa, pero es perfecta tanto para comer como para picar algo, con platos para todas las barrigas.
Seguramente es demasiado pronto para saber las intenciones o el rumbo que va a tomar el bar, e imagino que a lo largo de los próximos meses el local irá cambiando, pero desde luego la idea inicial está muy bien trabajada: buen trato, buen ambiente, buenas cervezas y barrio… mucho barrio.
Comentarios