La cerveza, un brebaje milenario
- Mr Hop
- Oct 10, 2018
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Updated: Oct 15, 2018
¿Quieres conocer la historia de la cerveza? Desde el primer cervecero, Alulu, hasta la revolución industrial, pasando por Carlos I, rey de reyes, quien trajo este brebaje a España.

Hoy en día resulta difícil imaginarse la sociedad sin cerveza. De hecho, sociedad y cerveza forman un tándem parecido al de ciudades y gorriones: donde esté el primero, estará el segundo. Y es que tenemos indicios de esta bebida ya desde la época de los sumerios, la primera gran civilización de Oriente Medio. Uno de los hallazgos que ponen fecha de nacimiento a la cerveza es una especie de factura, fechada y escrita por uno de nuestros primeros cerveceros, llamado Ur-Amma, en el año 2.050 a.C, que dice algo así como “Ur-Amma reconoce recibir de su cervecero, Alulu, 4 litros y medio de su cerveza”. Salud, Ur-Amma…
A pesar de que Alulu seguramente no tuviese mucha ciencia en levaduras o lúpulos, conseguía hacer la cerveza a su estilo, echando arroz, miel y una selecta variedad de hierbas silvestres.
Sin embargo, en Oriente Medio y norte de África, hubo un retroceso cervecero por el islam, que prohibió la fabricación y consumo de bebidas alcohólicas.
En Europa, la cerveza consiguió un gran avance gracias a la caída del Imperio Romano, ya que los romanos preferían el vino. Al principio, la cebada era cultivada por los monjes, y producían cerveza para consumo propio y el de los peregrinos y fieles. Después, en el año 817, la iglesia permitió la regulación de su fabricación, venta y consumo. También fueron los monjes los que introdujeron el lúpulo a la receta, que sustituyó al gruit (mezcla de plantas silvestres) de nuestro amigo Alulu.
En España, tendríamos que esperar al año 1517 a que Carlos I (procedente de Gante) trajese en su maleta la cerveza, que se convirtió en bebida para nobles.
En el siglo XV se empieza a elaborar cerveza fuera de los monasterios, lo que supondría un gran crecimiento para esta bebida, y en el siglo XVI los monjes descubrieron la técnica de baja fermentación, ya que vieron que guardar la cerveza en cuevas fresquitas le daba otro puntito a la cerveza.
En cuanto a su historia más reciente, la Revolución Francesa acabó con los monasterios a excepción de unos pocos que aún continúan fabricando cerveza (las de abadía o las Trapenses), y la Revolución Industrial trajo la refrigeración industrial, que se usó por primera vez en 1870 para hacer la famosa Spaten, una de las joyas de la corona del Oktoberfest.
Hoy en día, la cerveza continúa su expansión con una gran variedad de estilos y marcas, y una mentalidad cervecera que hace que no nos conformemos con la caña de siempre. A esto hay que añadirle el boom de cervezas artesanas que lleva dándose en los últimos años, que sin duda está trayendo una gran competencia entre otras marcas emergentes y está obligando a las cerveceras de siempre a reinventarse, y eso el consumidor lo agradece.
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